El alcohol puede alterar las respuestas inmunitarias normales que protegen nuestro organismo de las enfermedades. Diversos experimentos realizados en humanos y en animales indican que:
El consumo crónico de alcohol reduce el número de glóbulos blancos sanguíneos responsables de combatir las infecciones. El consumo crónico y la dependencia del alcohol pueden reducir la producción de anticuerpos y otras respuestas inmunitarias.
El alcohol puede suprimir la actividad de las células del sistema inmunitario conocidas con el nombre de macrófagos Los enfermos alcohólicos parecen ser más susceptibles a las infecciones bacterianas y a algunas formas de cáncer.
Por estos motivos, parece que los efectos inmunosupresores del alcohol pueden tener consecuencias importantes: el consumo de alcohol puede aumentar la vulnerabilidad al VIH en personas expuestas al virus en las personas que ya han sido infectadas por el VIH, el alcohol podría acelerar el curso de la enfermedad.
Via: pdsweb
El consumo crónico de alcohol reduce el número de glóbulos blancos sanguíneos responsables de combatir las infecciones. El consumo crónico y la dependencia del alcohol pueden reducir la producción de anticuerpos y otras respuestas inmunitarias.
El alcohol puede suprimir la actividad de las células del sistema inmunitario conocidas con el nombre de macrófagos Los enfermos alcohólicos parecen ser más susceptibles a las infecciones bacterianas y a algunas formas de cáncer.
Por estos motivos, parece que los efectos inmunosupresores del alcohol pueden tener consecuencias importantes: el consumo de alcohol puede aumentar la vulnerabilidad al VIH en personas expuestas al virus en las personas que ya han sido infectadas por el VIH, el alcohol podría acelerar el curso de la enfermedad.
Via: pdsweb
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