Los dos médicos fueron suspendidos y la Policía investigan si son responsables de delitos que podrían llevarlos a la cárcel. El director de ginecología, Domenico Granese, minimizó el hecho asegurando que la pelea de “dos cabezas calientes” no tuvo que ver con la hemorragia de la mujer que obligó a extirparle el útero para salvarla. También dijo que el incidente no ocasionó los dos paros cardíacos que sufrió al nacer el pequeño Antonio, y que obligaron a ponerlo en coma farmacológico.
El ministro de Salud italiano, Ferruccio Fazio, viajó hoy a Sicilia para ofrecerle disculpas a la madre. “Intenté darle unas palabras de esperanza, y sobre todo traté de decirle que el gobierno está con ella y su familia en estos momentos”, dijo Fazio, según la agencia ANSA.
Via: Generacion [c&p]
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