"Todavía no me acabo de ubicar en lo que está pasando. Siento una mezcla de incertidumbre, de alegría, de tristeza... sé que va a ser duro dejar la Patria", dice Alida Viso, la esposa del periodista disidente Ricardo González, uno de los presos más conocidos del Grupo de los 75. González, de 60 años y enfermo, podría viajar a España mañana en la noche con el primer grupo de opositores excarcelados por el régimen gracias a la mediación de la Iglesia católica y a las gestiones diplomáticas del ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. La operación que arranca mañana llevará a España al mayor número de presos de conciencia exiliados en toda la historia de la revolución castrista.
Hasta ahora España había recibido a presos relevantes, como el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo, excarcelado en 1986 gracias a las gestiones de Felipe González, o a pequeños grupos de opositores liberados, como los cuatro miembros del Grupo de los 75 que llegaron en 2008. Solo hay un antecedente de excarcelaciones masivas hacia España, en 1992, cuando La Habana permitió viajar a decenas de presos como gesto hacia Manuel Fraga, entonces presidente de la Xunta de Galicia. Pero en aquella ocasión se mezclaron presos políticos y casos humanitarios, y además viajaron escalonadamente.
Ahora la cosa es distinta: se trata de una operación de envergadura política que pudiera beneficiar a 52 opositores adoptados por Amnistía Internacional como presos de conciencia, un hecho sin precedentes. Sin embargo, no se sabe aún cuantos de los presos viajarán finalmente a España. Algunos han dicho que no abandonarán la isla, otros han pedido tiempo para tomar una decisión.
Via: ElPais.com [c&p]
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