El pasado sábado 22 de Mayo, el Colegio Dominicano de Periodistas celebró una Asamblea, la que fue aprovechada por algunos de los participantes, para pedir sanción y expulsión de Luis Alfredo Collado, por éste solicitar al Comité Ejecutivo, la entrega de documentos sobre la gestión de Mercedes Castillo. Es muy penoso que en el CDP haya personas con tal nivel de intolerancia y desconozcan que el respeto al derecho ajeno, es la paz, como decía el ilustre mexicano, Benito Juárez. Pero dice además, hasta dónde nuestra institución ha sido infiltrada por gentes que no hacen honor al oficio de Gabriel García Márquez.
La Ley 200-04, sobre Transparencia y Acceso a la Información Pública, es obra de las grandes luchas que han tenido que librar los periodistas, para desentrañar las perversidades de quienes manejan las cosas públicas en el país y es inaudito que sean supuestos miembros de la clase, que se opongan a su aplicación. Collado solicitó un informe sobre la gestión pasada y sin ninguna explicación, lo que le enviaron fue documentos de la directiva actual, encabezada por Aurelio Henríquez. Quienes pidieron la cabeza del ex secretario general del CDPNY en dicha asamblea, deberían investigar por qué hicieron eso y qué es lo se quiere ocultar.
Allí se alegó, que con su reclamo, Luis Alfredo busca fastidiar a la nueva directiva y no sabemos de dónde parten esas premisas, cuando hasta donde sabemos, lo que se busca es una explicación sobre el buen uso de los recursos de los afiliados. Es un acto temerario de quienes entienden que un miembro debe ser sancionado en el CDP, por hacer uso de sus derechos conferidos en los estatutos y en la propia Ley. Deberían saber, que todo el que dirige bienes de particulares, está compelido a rendir cuentas a sus dueños, cuando así se lo soliciten.
Y si van a pedir la expulsión de los periodistas que pidan auditar las administraciones, el gremio quedará vacío, pues no se trata de una finca heredada, con la que podemos hacer lo que nos da la gana. En lo personal, apreciamos a Mercedes Castillo y no tenemos la menor duda de su buena reputación, pero no se entiende por qué se accidenta la solicitud de entrega de documentos sobre su gestión, cuando eso es parte de la transparencia. La membrecía tiene que vigilar el accionar de los dirigentes para fortalecer al CDP y no dejarse arrastrar por la lucha grupal, pero debemos ser respetuosos con la posición de los demás, pues eso es parte de la democracia, que tan alto precio ha pagado la clase periodística para construirla. Esa actitud temeraria provocó el colapso, descredito y la corrupción en el movimiento sindical en nuestro país. La directiva está obligada a entregar los documentos solicitados por Luis Alfredo y evitar los cuestionamientos que puedan generar su negativa al respecto.
Escrito por: Alejandro Almánzar
[invitados]
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