Creer que los niños no se deprimen es un error común. Eso ha provocado que muchos padres confundan los síntomas de esta enfermedad con una mala actitud. Expertas en el estudio de la depresión infantil alertan sobre la importancia de la detección temprana de este padecimiento, ya que los pequeños que la sufren pueden llegar a suicidarse.
"El factor más importante que desencadena los intentos de suicidio infantil y la consumación de éste es que el niño tenga un cuadro depresivo mayor y no sea detectado", alerta Hilda Patricia Cervera, presidenta de la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil (AMPI). La depresión infantil se presenta desde los 3 años de edad y va de leve a grave.
Diferencias
A diferencia de los adultos, los menores manifiestan este padecimiento a través de cambios abruptos en la conducta, por ejemplo, de ser muy tranquilo, un niño puede volverse inquieto y enojarse con facilidad o llorar constantemente. "En ocasiones, los padres nos comentan que su hijo juega y ve la tele igual que los demás, pero no observan que está retraído y se pelea más que antes con sus hermanos", explica Cervera. Otros síntomas son las modificaciones en el apetito, pues come en exceso o está inapetente. Asimismo se manifiestan alteraciones en el sueño, como tener insomnio o dormir en exceso.
También se presentan alteraciones en el control de esfínteres, por lo que vuelven a orinarse o evacuar en la cama cuando ya no lo hacían, detalla Edith Padrón, paidopsiquiatra del Hospital Infantil Psiquiátrico Juan N. Navarro.
Además, dejan de comunicarse, están en extremo sensibles, se quejan frecuentemente de sufrir dolor de cabeza o estómago, su nivel de concentración es bajo y disminuye su rendimiento escolar. Las expertas advierten que, si el niño presenta más de cinco de los síntomas antes mencionados durante dos semanas, podría tratarse de depresión grave.
Via: Impre [c&p]
Foto: i.dailymail.co.uk
"El factor más importante que desencadena los intentos de suicidio infantil y la consumación de éste es que el niño tenga un cuadro depresivo mayor y no sea detectado", alerta Hilda Patricia Cervera, presidenta de la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil (AMPI). La depresión infantil se presenta desde los 3 años de edad y va de leve a grave.
Diferencias
A diferencia de los adultos, los menores manifiestan este padecimiento a través de cambios abruptos en la conducta, por ejemplo, de ser muy tranquilo, un niño puede volverse inquieto y enojarse con facilidad o llorar constantemente. "En ocasiones, los padres nos comentan que su hijo juega y ve la tele igual que los demás, pero no observan que está retraído y se pelea más que antes con sus hermanos", explica Cervera. Otros síntomas son las modificaciones en el apetito, pues come en exceso o está inapetente. Asimismo se manifiestan alteraciones en el sueño, como tener insomnio o dormir en exceso.
También se presentan alteraciones en el control de esfínteres, por lo que vuelven a orinarse o evacuar en la cama cuando ya no lo hacían, detalla Edith Padrón, paidopsiquiatra del Hospital Infantil Psiquiátrico Juan N. Navarro.
Además, dejan de comunicarse, están en extremo sensibles, se quejan frecuentemente de sufrir dolor de cabeza o estómago, su nivel de concentración es bajo y disminuye su rendimiento escolar. Las expertas advierten que, si el niño presenta más de cinco de los síntomas antes mencionados durante dos semanas, podría tratarse de depresión grave.
Via: Impre [c&p]
Foto: i.dailymail.co.uk
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