El que este libre de pecados...

Debo confesar que no soy muy religiosa, no asisto a misa de domingo, ni llevo al pie de la letra los mandamientos de Dios, tampoco creo en sus representantes en la tierra, porque muchos de los sacredotes y ministros de la iglesia tienen doble moral, sin embargo creo en Dios por sobre todas las cosas. De entrada muchos pensarán que soy hereje o impía, ni uno ni lo otro, sólo creo en el Dios verdadero, no en el prefabricado por muchos para conveniencia propia, tengo fe y creo en el Dios que juzga, pero perdona, en el que a cada caída te brinda una oportunidad y enseñanza.

En el Dios Omnipotente. En ese que te pone pruebas en tu andar por la vida, para saber cuan grande es tu fe; el que no critica tus actos, pero te da sabiduría para ver más allá de tus errores. En el Dios Supremo, que aunque es perfecto, no es capaz de “ver la bija en el ojo ajeno”, siempre trata de ayudarte a que mires a tu interior y mire tu propia “bija” y mejores tu comportamiento.

Aquel que dice que “con la misma vara que mides te medirán a ti”. A ese que te recuerda que “el que esté libre de pecado, que lance la primera piedra”, entonces tú escondes tu mano y ahí viene el arrepentimiento por insmicuirte en la vida de los demás.

Tengo fe en el Dios que creó el libre albedrío, donde entran todos: los pecadores, los infieles, los menesterosos, los mentirosos, los calumniados, los prepotentes, los avaros, los mezquinos, los buenos y malos y los perdona porque todos con defectos y virtudes son sus hijos.

¿De qué nos sirve asistir a la iglesia, darnos muchos golpes de pecho, si al final nuestras actuaciones serán como dice el dicho popular “a Dios rogando y con el mazo dando?”. Ser un buen cristiano no es aquel que comulga y asiste a misa todos los domingos y cuando sale del templo critica al que estuvo sentado a su lado. El verdadero cristiano lleva los preceptos del Creador sin criticar ni juzgar a los demás, sólo Dios debe juzgarnos y no lo hace, simplemente, el Creador con su sabiduría nos perdona y nos da una nueva oportunidad.

Por todo lo expuesto, prefiero estar sentada al otro lado de la butaca. No asisto a misa los domingos, no comulgo, no creo en los sacerdotes, que en su mayoría son acusados de violadores, que critican el aborto, y cuando embarazan a una adolescente le practican uno.

Vivo la vida a mi manera, sin ofender ni criticar a nadie, primero porque no soy quien y segundo porque creo que cada cual debe vivir y ser feliz como les de la gana y punto!


Via: Ana Pereyra [recibidos por email+invitados]
es una comunicadora dominicana miembro
del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), seccional Nueva Jersey.