El ruso Sergey Savelyev dio un grito de 116,8 decibeles - casi como el ulular de una sirena de ambulancia-, con lo que ganó la competencia el sábado en el balneario playero de Pattaya. Su grito casi quiebra la marca de 129 decibeles del Libro de Récords Guinness para el grito más estridente registrado, que se escuchó en la competencia de gritones en Londres en el 2000.
El ruso, que se ganó un cheque de 900 dólares (30.000 bahts) fue uno de los 11 finalistas de un total de 1,500 concursantes.
Via: EFE
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