Este es el caso de una periodista estadounidense que quiere sentirse famosa por un día y ha pagado unos 600 euros para que los paparazzi la acosen a la salida de un restaurante, griten su nombre y la persigan por las calles de Nueva York. Todo ante la mirada incrédula de los transeuntes, que no saben de quién se trata, que lokera'! Las fotos nunca llegarán a publicarse, porque todo es una broma. Una empresa estadounidense pone todos los medios para hacer sentir a sus clientes como auténticas estrellas, y por solo 600 toletes.
Via: Ondacero.es
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Yo me a3vo a pagarlo eso es un show chevere
ta muy caro
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