La Iglesia Católica estadounidense pagó 436 millones de dólares en 2008 por casos de abusos sexuales en los que estaban involucrados sacerdotes. Dinero destinado a curar las profundas heridas del escándalo que estalló en 2002. La enorme suma fue pagada en acuerdo con las víctimas en una carta, para proteger a los niños.
Mientras los pagos de la Iglesia relacionados con casos de abuso sexual cayeron, el número de nuevas denuncias y víctimas aumentó 16 por ciento.
Mientras los pagos de la Iglesia relacionados con casos de abuso sexual cayeron, el número de nuevas denuncias y víctimas aumentó 16 por ciento.
Via: TeleSurTV.net
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