
Tabitha Mullings dice que fue al Brooklyn Hospital Center, en septiembre, quejándose de un dolor. Los médicos le dijeron que tenía problemas de cálculo renal, y la enviaron a casa, con prescripción de analgésicos. Cuando el dolor no se fue, Mullings indica que llamo al 911, sin embargo los empleados le dijeron que no era necesario que se hospitalizara. Al día siguiente tuvo un cuadro infeccioso y fue llevada de regreso al hospital. Debido a la infección, los doctores se vieron forzados a amputarle las manos y los pies. Además quedo legalmente ciega. Mullings ya presentó un reclamo contra la ciudad, los bomberos, trabajadores de enfermería de EMS, y al hospital Brooklyn y sus doctores.
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