
Stern sostuvo que Smith nunca dio su consentimiento para que se grabara o se permitiera que la grabación fuera vista por el comerciantes de artículos de recuerdo de Los Angeles Thomas Riccio, quien obtuvo las cintas de manos de los Johnson, según documentos de la corte. Johnson ha dicho que el graba por rutina las cirugías con el permiso de sus pacientes y que promete mantener el video en la confidencialidad "durante la vida del paciente".
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