— Clamando justicia, tolerancia y unidad, cerca de 100 personas se unieron ayer en la ciudad de Shenandoah para rezar por el descanso de Luis Ramírez, el mexicano que murió luego de la golpiza que le propinó un grupo de jóvenes blancos.
La vigilia organizada por el Fondo México Americano de Educación y Defensa Legal, MALDEF, se realizó frente a la iglesia Monte Carmelo, donde los asistentes —encabezado por Crystal Dillman, compañera sentimental de Ramírez—, estuvo acompañada por los tres pequeños hijos de la pareja. Con pequeñas velas blancas los asistentes, residentes de todos los orígenes étnicos, se unieron para guardar un minuto de silencio por Ramírez.
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