Tres adolescentes blancos fueron acusados ayer de matar a golpes a un indocumentado mexicano en una pequeña población minera del noreste de Pensilvania. Brandon J. Piekarsky, de 16 años y Colin J. Walsh, de 17 años, fueron acusados como adultos, pese a ser menores de edad, de homicidio e intimidación contra Luis Ramírez, que murió tras un ataque el 12 de julio. Ramírez, de 25 años, fue muerto a golpes, luego de discutir con un grupo de jóvenes. Se esperan cargos adicionales por el incidente ocurrido en Shenandoah, un poblado económicamente deprimido y donde las autoridades han admitido fricciones entre blancos e hispanos.
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