
La progenitora de López, que asistió en silla de ruedas a la boda de su hija, se ha recuperado del cáncer y ha aumentado casi las 30 libras que perdió debido a la quimioterapia y radiaciones. Por su parte Torres, maestra retirada, quiere compartir su experiencia con otras mujeres, por lo que pronto comenzará a trabajar en la Liga Contra el Cáncer en Puerto Rico para ``ayudarles a seguir adelante''.
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